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Que nadie robe tu semilla

18 de septiembre de 2008

Tiempo de lectura: 10 minutos

 

Mateo 13
Deseo unir esta parte del Nuevo Testamento con otra parte del Antiguo. Algunos hemos estado escuchando Palabra por muchos anos, yo llevo 17 anos de estar escuchándola. Yo creía que iba al cielo, pero no era así, había pasos que tenía que seguir. Yo tenía que entrar en pacto con Dios y ser sellado por su Espíritu Santo, antes sólo era una criatura, pero no tenía garantizado el cielo, por muy bueno que fuera. Le comento esto porque quizás lleve más o menos años, pero lo importante es que tenemos que aprender a poner por obra lo que escuchamos. Conforme pasa el tiempo, vamos madurando en esto. Lo importante es darse cuenta cuánta palabra pone en práctica, porque somos de los que escuchan y hacen. Hoy vamos a leer una parábola que ha escuchado muchas veces. Al día de hoy hay personas que no van a entender lo que voy a predicar. ¿Qué tengo que hacer con una persona para que la Palabrala Palabra. En muchas ocasiones, Jesús les dio sermones. ¿Se imagina tener la oportunidad de escuchar a Jesús y no entender lo que dice? El no entender está en función de lo que usted lleve dentro, de lo que vino pensando o sintiendo el día de hoy. Hoy recibí una llamada de una persona de Venezuela, diciendo: “Pastor, llevo 11 años de conocer al Señor y mi vida es un desastre, veo en la palabra que hay cosas que no van en mi vida. Dice ahí que tendré salud, y yo estoy enfermo”. Le di a este hombre que llamó algunos procedimientos para salir de esa condición. produzca? Todas las personas que llegan a nuestra vida, deben producir algo. ¡Qué triste debe ser llegar a un lugar a escuchar Palabra de Dios y salir peor! Porque llegamos y salimos igual después de escuchar

 

Quizás usted no está en esa condición, pero eso no significa que no tenga que cuidarse de no regresar, porque hay gente que se apartó y hoy dejó de disfrutar. La responsabilidad que se tiene de tomar este micrófono porque no puede venir a hablar cuento aquí, más que sabemos que aquí hay personas que necesitan una Palabra que les ayude a salir adelante. Viene una persona que le pide que ore porque tiene cáncer, está creyendo por salud, pero necesita que uno ore por ellos. Le están pasando un peso muy grande.

 

A Jesús le pasó que dio un mensaje y hubo gente que lo escuchó, pero no lo pudo poner por obra, porque había elementos que no le permitió activar esa Palabra, porque el verbo hecho carne se los dijo cara a cara. ¡Qué triste que uno escuche algo y no pueda realizarlo! porque no nos hemos asegurado de sacar de nuestra vida eso que impide que la Palabra de su fruto. Le quiero decir que hay enemigos del mensaje que hoy le voy a dar, de los pasos de fe que usted dé hoy. Le quiero contar que muchas de las cosas que tiene alrededor están en contra del mensaje que ha recibido por años, y al día de hoy, el enemigo está luchando por robar algo que estaba en su corazón y que al momento de quitarlo, su vida pierde.

 

Verso 14-17
De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo:    De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane. Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

Todos nosotros debemos asegurarnos de conocer la Palabra del Reino, es todo aquello que explica cómo el reino de Dios funciona. Usted y yo estamos bajo leyes que funcionan bajo el reino de Dios. Mientras más conoce de éste, sabrá mejor qué se debe hacer y qué no. Es como que si se va a otro país y falla a las leyes de ahí. El peor problema es vivir como ilegal en un reino, de tal manera que no puede hacer ejercer su derecho, porque desconoce cómo el Reino funciona. Una de las metas que debe tener es conocer acerca del reino de Dios.

 

Verso 19

Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.

 

Sí recibió la Palabra, pero no la entendió. Su entendimiento no se abrió a lo que estaba recibiendo. ¡Qué tragedia poder llegar a escuchar Palabra y no entender! porque no hemos dejado que nuestra mente sea transformada. Seguimos pensando de tal forma que los pensamientos de Dios no nos entran. El campo de batalla suyo muchas veces es la forma en que piensa. Y sus pensamientos están influenciados por lo que usted piensa. Yo, por ejemplo, leí mucho sobre el poder de las pirámides, yo creía en ese poder. Cuando leo en la Biblia del poder que Dios tiene, entra en conflicto este cabezón y le cuesta entender eso. En una ocasión, yo escuché que se podía invocar a los muertos por un juego que se llama guija, y lo hice por desconocimiento de que era algo malo en el Reino de Dios. No me puse a buscar a Dios para que sea Él el que defina el futuro. ¿Quiere saber de su futuro? ¿Quiere saber con quién se va a casar? Pregúnteselo a Dios.

Verso 20-21
Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.

Encuentro otro enemigo de la Palabra que dice persecución y aflicción. Y hoy vamos a ministrar eso, ministrar es orar y pedirle a Dios y tomar autoridad sobre todo aquello que vino a afligirlo y echarlo fuera. ¿Por qué quiero apuntar en contra de la persecución y aflicción? El peligro de venir así hoy es que el mensaje no puede quedar o puede ser que la aflicción nos puede volver vulnerables, aunque escuchamos Palabra, aunque oraron por nosotros, el mensaje no dio frutos. Asegúrese que esos enemigos no entren con usted aquí. ¿La enfermedad aflige? ¿La escasez aflige? ¿Los problemas entre esposos afligen? ¿Estar sin trabajo aflige? La economía de otras personas nos puede en algún momento afligir a nosotros. Los problemas de nuestros padres nos pueden afligir, esos son enemigos. La aflicción es uno y la persecución es otro. ¿Han hablado de usted? Sabe que conozco el caso de una jovencita que los papás las sacaron de la casa, llegó a mi oficina y hablé con ella.  Ella tenía novio, y el novio vivía solo, pero ella no se fue a vivir con él. Ella me dijo que quería honrar a Dios, y que quería casarse, le iba a pedir a sus padres que llegaran a la boda. Esa persecución a causa de la palabra existe.

 

Verso 22

El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.

 

Afán y el engaño de las riquezas. El afán es muy sencillo, es la desesperación de querer más, de no estar satisfecho con lo que se tiene, de querer salir de un estado de escasez que estamos viviendo. Le pregunto: ¿cuál es el engaño de las riquezas? Uno puede ser fácil presa de eso. Un engaño es que las riquezas me hacen pensar que vivía una vida estable y ahora no están. Las riquezas como tal no son malas, el problema es cuando éstas gobiernan nuestra vida.

Verso 23
Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.

La Palabra debe producir algo en nosotros. La manera de poder evidenciar que realmente escucho palabra, la entiendo y la pongo por obra es que la puedo medir, porque la Biblia le pone porcentaje al fruto que damos. Cuando en su vida se va midiendo como va mejorando en su estilo de vida, usted es una buena tierra. El problema es cuando somos buena tierra para otras cosas, quizás usted es buena tierra para ofender, porque ofende peor de lo que lo ofendieron. Quizás es buena tierra para el enojo, o para la tristeza, o para cosas que no son buenas y reacciona. Yo quería entrar a esta parte de la palabra porque si efectivamente el problema es cuando tenemos dentro de si mismos todas estas cosas que nos hacen perder el fruto que la palabra debe dar en nosotros. Usted ha venido a invertir dos horas de su tiempo para escuchar un mensaje que de fruto en su vida, le he pedido a Dios que cada vez que escuche su Palabra, usted de fruto. El problema es cuando nos conformamos con lo que ya sabemos y empezamos a oír mensajes que como que eso ya lo sabemos, ya lo oímos, ya lo entendemos eso lo manejamos mejor que lo que lo está exponiendo y dejamos de escuchar para que esa Palabra cumpla su propósito.

 

El día de hoy el propósito de este mensaje es llegar a cuidar a través de lo que le voy a decir, todo lo que usted ha hecho para que las cosas mejoren. Vamos a usar el ejemplo de un hombre que cometió un error, pero esa equivocación nos va a servir para que a nosotros no nos suceda.

 

Génesis 15:1-11

 

Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa. Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra. Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar? Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino. Y tomó él todo esto, y los partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de la otra; mas no partió las aves. Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba.

 

Dice la Biblia que El es galardonador de los que le buscan. El presento su sacrificio, todo iba bien, pero empezaron a aparecer unas aves de rapiña.

 

Verso 12

Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.

 

Significa que hay un hombre al que Dios le dio una promesa, que le dijo lo que quería hacer con el, totalmente contrario a lo que estaba viviendo, pero este hombre le creyó a las palabras que dios le dijo. Pero le dice: “¿Cómo sabré que he de heredar esta tierra? Dios le está demandando que presente una ofrenda. Este hombre obedeció y lo presentó. ¿Qué pasa habiéndola presentado? Dice que aparecieron unas aves de rapiña que querían llevarse esa ofrenda. Cuando usted hace una promesa y siembra, el diablo se quiere encargar que usted pierda su cosecha. Es bien sencillo. Desde el momento que el diablo le quiso robar a Adán y Eva, sabía que el Reino de Dios no se iba a poder cumplir como Dios lo había planeado. En el caso de Abraham, hay un hombre que está presentando un sacrificio, después que Dios se lo pidió. Pero había unas aves queriendo robarla.

 

¿Qué significa ese sueño? Es el resultado de un hombre que se cansó de estar cuidando algo. Pero, ¿por qué se cansó? ¿Qué le sucedió para dejar de cuidar algo que era valioso para él? Significa que tuvo que esperar para ver el resultado de su fe, se durmió en el momento que tenia que velar acerca de lo que acababa de hacer. Hemos venido muchas veces al altar y nos dormimos y dejamos de tener una expectativa de lo que Dios va hacer en nosotros. Y sobrecogió un temor. ¿Qué tiene que ver el temor aquí? ¿Le acaban de dar una promesa y a este hombre le da temor? ¿Si a este hombre le esta yendo bien? A veces, Dios no ha dado una promesa, pero el temor borra todo lo que Dios nos ha dicho, tiene el poder de hacernos perder la expectativa de lo que Dios quiere hacer con nosotros, porque dejamos de escuchar lo que Dios hará con nosotros y prestamos oídos al temor. Estamos programados ha funcionar muy fácilmente con la tragedia, a que si se nos dice que hay una enfermedad, ya nos enterramos en nuestra mente. El temor es un enemigo de la fe, por eso pregunte quiénes vinieron afligidos o con temor. El temor es muy fácil llegarlo a tener aun cuando Dios nos acaba de decir que nos va ir bien. Usted vino a escuchar el mensaje que Dios lo va a sacar de la adversidad y usted de aquí a la puerta, si usted escucha el temor, vuelve a lo mismo. ¿Qué pasó con este hombre que le sobrecogió el sueño y vino un temor sobre su vida?

 

Verso 13

Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años.

 

¿Qué le pasó a Abraham si Dios le hizo una promesa? ¿Qué le pasó a su sacrificio? Fue algo que Dios le pidió y de repente, vino alguien que se lo quitó. A usted el diablo se ha encargado de decirle: ¿Pero por qué diste? ¿Por qué vas a dejar tu dinero ahí? ¿Cómo es eso que eres capaz de quitarle el dinero de tus hijos y darlo en la iglesia? Esas cosas son para los del Antiguo Testamento. Esos son de los que le ayudan a usted a robarle la palabra que le han dado. La segunda es cuando en usted se genera esos pensamientos que eliminan la Palabra, y usted mismo da espacio a eso. Leí acerca de la parábola del sembrador porque quiero asegurarme que nada le robe la Palabra que le han sembrado porque de ahí no va a pasar. Este mensaje es el que debía darle a esta persona de Venezuela, pero el que debe revisar su vida de porque las cosas están como están somos nosotros mismos. Muchas veces, queremos que las cosas cambien, pero al día de hoy, no hacemos las cosas como debe ser. Cada momento de nuestra vida, como usted se prepara para comer, se lava las manos, debe asegurarse que cada vez que coma la Palabra de Dios, no haya cosas que la eliminen. Este mensaje va para que cuide que cada vez que ha venido al altar, no haya cosas que lo hagan dudar, entre ellos está el temor. Dios se quiere asegurar que el temor no venga a eliminar la fe con la que se presenta delante de El. Cuando le han dicho que esta enfermo y si el temor se apodera de usted, esa enfermedad va a seguir ahí.

 

Este no es un mensaje en el que sale feliz, a mí me interesa que pueda examinar en su vida que cada momento que usted se expone a la Palabra de Dios, hay un resultado de eso. ¿Por qué? Porque realmente las cosas van a cambiar y mejorar en la medida que esa Palabra produzca un efecto en nosotros. Hay personas que son muy buenas para creer, pero se les escapa cuando hay cosas que le rodean. Usted tiene que ser sincero consigo mismo sobre cómo le afectan las cosas a su alrededor, hasta dónde ha llegado y hasta dónde quiere llegar. Que triste que venga alguien y robe todo lo que Dios ha sembrado. A Él le ha costado mucho todo lo que ha sembrado, Dios ha venido sembrando y edificando en su vida y El no está dispuesto a perder todo eso porque nos dejemos llevar por algo que nos pase y quiero decirle algo: Nunca vamos a pasar por algo que no podamos aguantar, Dios no va a permitir que eso pase. Dios prometió estar con nosotros siempre. Tercero, Dios está interesado en cuidar de su fe porque es a través de ella que usted lo va a lograr.

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